lunes, 7 de diciembre de 2020

La escuela del perrodragón...hoy, Cien años de soledad


Ayer terminamos Cien años de soledad. Lo leímos a escondidas de mamá como hacemos cada vez que la Yaya me trae un libro donde hay gente más grande que la vida, que hace cosas más grandes que la vida. No sé porqué mamá quiere que lea cosas de gente buena que hace cosas buenas. Mi yaya dice que es porque mamá quiere lo mejor para mí y es muy responsable. También me dice (en secreto para que no escuche mamá) que por mi bien mejor me entero de entrada nomás que los corazones de las personas son más ilegibles de lo que parecen y que la mejor manera de saber sobre eso es leer los libros que leemos a escondidas. No entendí del todo a qué se refería mi yaya porque ella siempre me dice cosas enigmáticas. Enigmáticas es una palabra nueva que había en un libro y mi yaya me la explicó, como siempre que aparece una palabra que suena lindo en algún lado y ella cree que yo, si pudiera hablar,  la andaría diciendo todo el día. Cuando terminó de leer el libro mi yaya se secó dos lagrimitas (es que un poco sensible) y me dijo ¿entendiste Valentino Simón?, y yo le dije sí Yaya, ahora sé que se puede ser hermoso o feo, valiente o cobarde,  bueno o malo, creyente o como vos que no sabes qué sos y da igual, porque al final de cuentas lo que importa es sentirse amado y por suerte de eso yo sé bastante. 

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